viernes, 21 de septiembre de 2018

Bonilla Arriba, un pueblo atrapado en la montaña

Un pequeño salto innominado dentro
 de los
 muchos de la zona
Bonilla Arriba de Santa Cruz , o al menos así se identifican sus pobladores ya que este recóndito lugar se localiza según los mapas en Santa Teresita del mismo cantón hasta donde la tierra deja de llamarse Turrialba para encontrarse con su vecino Siquirres. Tras casi 20 kms de camino en lastre por el poblado de El Torito (camino a Guayabo) se alcanzan las últimas Abras de las faldas surorientales del coloso Turrialbeño, donde la vista se empapa de la grandeza de los paisajes de las llanuras Caribeñas tan cercanas y la linea costera, así como los escarpados parajes esculpidos por el poderoso Reventazón. ( No confundir Bonilla Arriba con los Bajos de Bonilla)

Allí he tenido la costumbre de practicar ciclismo de montaña, tengo que decir que la región es uno de mis lugares preferidos, quizá por sus parajes o por la calma que se respira, caminos de alta pendiente bajan y suben desde las riveras casi abandonadas de los antiguos pueblos que se localizaron alrededor de la línea férrea hasta las altas montañas ya más frías en donde nacen numerosos ríos como el Pascua, Bonilla, Destierro o Hermoso, tanta agua dulce se visualiza por estos rumbos que la primera vez que lo visité me quedó impregnada la imagen de un tesoro que debemos resguardar.

He tenido la curiosidad de indagar en el nombre de esta localidad que hace el entronque entre el interior y el Caribe, pero no ha resultado en nada, si bien el apellido Bonilla aparece más de 6 veces mencionado en la tipografía de la zona (laguna de Bonilla, laguna Bonillita, Bonilla Arriba, Abajo, Los Bajos de Bonilla, Río Bonilla, Bonillita y Fila Bonilla), hasta el nombre de la hoja topográfica da. Al inicio pensé que debía su nombre al benemérito Jenaro Bonilla pero existen registros desde el siglo XIX donde esta región ya se le conocía así y según viajeros como Von Frantzius el lugar cumplió como guarnición militar en tiempos de la colonia.
Las abras del pequeño poblado de Bonilla Arriba, Santa Cruz de Turrialba


Don Hernán Aguilar es el hombre que más ha visto el tiempo transcurrir entre las abras de este sitio tan alejado de todo, Don Hernán cuenta que lo llevaron allí con tan solo 1 año de edad, sus padres lo criaron y desde entonces nunca ha abandonado la zona, pero ha visto a sus hermanos y familiares partir a otras tierras. Después de la bondad de compartir un pan casero que me brindó su esposa y un refresco Don Hernán me contó las experiencias de vivir en un lugar tan ignorado por el mundo, pero la felicidad de sentir la tierra y las montañas tan cerca.

¿Qué comían ustedes?
- Nosotros vivimos un tiempo donde llamaban El Destierro, ahora ese lugar se llama Ojo de Agua (Siquirres), ahi habían muchas pavas, siempre había que comer, en la montaña cazábamos tepezcuintles, saínos. Sembrábamos maíz para el ganado y nos lo comíamos nosotros, pero eso no se vendía, lo pagaban muy mal

¿Cómo salían ustedes de este pueblo para comerciar? ¿Tomaban el ferrocarril en Bonilla Abajo?
- El camino era tan malo que las bestias caían de lado con la carga, era muy difícil, llegábamos a Turrialba por San Antonio, salir por San Isidro de Pascua era muy peligroso y feo ese camino

¿Fueron ustedes quienes abrieron estos potreros?
Diay sí, mis hermanos, mi papa, entre todos abrimos montaña a pura hacha, en ese entonces no había puentes (actualmente solo hay tres de muchos), se hacían vigas a pura hacha y y se amarraban para que pudieran pasar las bestias, porque a veces esos ríos se crecían y eran muy peligrosos como el río Colima

¿Usaba usted el camino por La Roca en ese entonces?

Claro, a veces agarrábamos ese camino para llegar a Ojo de Agua (Destierro), mi mamá nos pedía que no fuéramos por ahí muy tarde, a veces nos tomaba el aguacero y los ríos nos dejaban atrapados en medio del camino, pues no se podían pasar, una vez nos pasó a la media noche.

¿Por qué se llama El Destierro ese lugar?

Diay porque está muy lejos y Ojo de Agua como se llama ahora es porque cuando comenzaron a construir empezó a brotar mucha agua





Riqueza Natural

Después de una conversación amena con Don Hernán hablé con otros pobladores y me dirigí al sitio de la Roca, en donde gracias a dos muchachos en caballo conocí una cascada, al final el pequeño pueblo resuena el eco de cualquiera que ingrese y se oyó de un ciclista que anda preguntando por la región y a la salida se ofrecieron a llevarme a conocer las hermosas cataratas o saltos que inundan la región como el cañón del río Pascua, Bonilla y Bonillita, de la cual varios aventureros ya han hecho eco al mostrar las asombrosas panorámicas recientemente para el exterior e incluso descendiendo al abrupto cañón, también el río Bonilla posee hermosas caídas, dado a que la zona tiene una alta pendiente, fallas y un origen volcánico impactado por la actividad pasada del Turrialba y el Dos Novillos que han generado coladas y paisajes abruptos que se cortan en grandes precipicios o cañones.

Catarata en el río Pascua, nombrada recientemente como Las Cortinas , Foto de Leonel León
Foto cortesía de Jean Paul Dinarte

Foto de Jean Paul Dinarte


sábado, 11 de agosto de 2018

EL DUAN, UN ANTIGUO VOLCÁN EN EL CORAZON DE CARTAGO



En el corazón de la provincia de Cartago existe un "cúmulo" de montañas aglutinadas entre sí, conforme se viaja por las carreteras de la provincia su forma y visión cambia dejando un paisaje con un color más verdoso que el profundo azul de los más lejanos cerros de la Muerte. Ese sistema se conoce como complejo Duan, también escrito como Doan.
  Parece que esas montañas no dejan de mirar a cualquier viajero por la provincia, su ubicación es tan peculiar que pareciera puesto en medio de los profundos valles del Reventazón para observar todo lo que existe desde Tayutic hasta La Carpintera, hasta incluso las lejanas tierras del Chirripó y Palmira (Zarcero). El Duan pertenece a los distritos de Tucurrique, Pejibaye en Jiménez y Cachí en Paraíso.
Vista del cerro Duan

Esas montañas no son tan altas como las cumbres de La Muerte o del Chirripó ni rivalizan con el Turrialba o el Irazú, pero posee un gran secreto entre sus boscosas laderas pese a la indiferencia de la mayoría de los locales, el Duan es un volcán, extinto o no, quizá solo la misma tierra lo sabrá, ha sufrido el excesivo desgaste o denudación típico de los sistemas volcánicos.

Si bien oficialmente el Duan se visualiza como una estribación de Talamanca, su personalidad parece ser única, como todo volcán una depresión lo separa del sistema circundante por donde corren los ríos Taus y Tausito para luego unírseles el Pejibaye.

Sobre su vulcanismo se sabe muy poco, si bien algunos geólogos lo han visitado y definido su evidente origen volcánico, coladas y rocas, no hay un acuerdo de su última erupción. Los géologos Berrangé y Wittaker en 1977 realizaron informes del mismo, pero con mayor profundidad el pasado volcánico que atravesó toda la margen derecha del Reventazón conocida como formación Duán, un vulcanismo resultante del Aguacate que levantó las escarpadas laderas de Tres Equis y Pavones de Turrialba. Los mismos científicos observaron una estructura caldérica de3 km de diámetro, la misma Caldera debe su origen a un colapso de un inferido cono volcánico que reinó el macizo hace ya miles de años. 
El Duan desde entonces ha captado mi atención y quise observar su geomorfología por mi mismo, observando que el mismo posee estructuras que podrían tratarse de domos volcánicos que actualmente componen varios cerros aledaños a la cima del Duán.(Cruces, Congo, Copal) y otros que dejan más incógnitas que respuestas Velo de la Novia, Gavilucho.

Se observa la caldera semicircular abierta hacia el este, al Oeste el sistema se encuentra cortado por una falla del mismo nombre, falla Duán, mientras más al norte se localiza la cima del cerro Duán

Region intracratérica

Ascenso en bicicleta a la zona intracaldérica
El acceso en bicicleta a la región intracaldérica no es complicado, pero si es un duro reto para realizar en MTB (muy recomendado) desde el poblado de Las Vueltas de Tucurrique, es un camino es muy mal estado que da salida a Pejibaye. Altitud 1750 msnm, inicia a 750 msnm (Las Vueltas)







Cima del Duan 1865 msnm, según me han dicho existió un heliopuerto con motivos militares (no ha sido corroborado por mi persona)

Cerro Gavilucho  (uno de tantos cerros del conjunto Duan)

Cerro Congo
Se observa la falla que atraviesa al macizo

Al fondo Cerro Cruces, desde El Copal
Vista del Duan desde Santa Cruz de Turrialba, fotografía de Esteban Zúñiga


domingo, 20 de mayo de 2018

UN ANTIGUO VOLCÁN EN CORONADO


Existe un volcán del que casi nadie habla, nadie parece conocer, pero está ahí tan cerca de todos que ni sus más cercanos moradores parecieran localizar. Nuestras clases de geografía escolares nos han hecho creer la ficción que nuestro país posee solamente 9 volcanes, pero la realidad es distinta y hemos corrompido la visión de un volcán hasta el punto de necesitar verlo en plena actividad. Muy probablemente ya extinto, aunque la posibilidad de nuevos conos nunca es exigua, se encuentra el volcán Pico de Piedra, también llamado Las Nubes, aquí nos empezamos a familiarizar con el nombre de dicho poblado al pie de ese promontorio.
Visto desde Rancho Redondo

El volcán del cantón de Coronado o quizá mejor dicho el mejor conservado de ese cantón josefino comparte con su vecino Cartago las faldas del Irazú, a las cuales se encuentra fuertemente arraigado el Pico de Piedra. Sí alguna vez miras desde la capital lo que pareciera ser el volcán Irazú, realmente estás mirando el Pico de Piedra o quizá más atrás también el Cabeza de Vaca, para ver la verdadera cumbre del famoso Irazú se debe mirar al menos  una de sus antenas cuspidales. También es visible desde Cartago como un pico en el sector más occidental del macizo o desde Heredia claramente diferenciado, pero a la distancia su verdor se mezcla con el resto de sus hermanos Irazú-Turrialba.
Sobre su origen es debatible algunos autores como Borgoeing lo asocian al Irazú o al vulcanismo de los Zúrquí, pero si está claro que se trata de un volcán más antiguo que el actual Irazú sobre el que ha construido una misma base.
El río Virilla nace en la antigua región cráterica hacia el oeste


Geografía del Volcán Pico de Piedra
Con sus aproximadamente 2800 msnm este edificio volcánico está muy erosionado, pero dentro de lo que alguna vez fue su cráter hoy todavía se deja observar la caldera formada por la erosión del mismo abierta hacia el oeste. Justo en este antiguo cráter al que Borgoeing afirma haber otro cono secundario nace el río Virilla, principal rama de lo que será más adelante el Grande de Tárcoles y el principal río que cruza la metrópolis sanjosefina.  En la región trasera del pico de Piedra se levantan otros dos conos piroclásticos que también emitieron flujos de lava pero que la erosión ha dañado gravemente, estos en la margen superior del río Cajón.


Volcán pico de Piedra, observese la caldera semicircular abierta hacia el Oeste
Conos posiblemente parásitos entre  los ríos Cajón y Cascajal

Ascenso
Intenté ascenderlo con mi bicicleta para seguirlo a pie pero se debe atravesar una propiedad privada por lo que se recomienda no hacerlo sin autorización. También es visible desde muy cerca desde el distrito de Rancho Redondo en Goicoechea pero con mayores dificultades ante falta de sendero y densa vegetación.
Vista en ascenso al Pico de Piedra, hasta allí existe camino trassitable a 2100 msnm


sábado, 12 de mayo de 2018

LA LEYENDA DEL TISINGAL


lLos exploradores españoles habían arribado a las costas del Atlántico costarricense esperanzados en las constantes descripciones de una costa rica en minerales en especial el oro. Las descripciones fueron pasando de explorador a explorador, pero el inhóspito clima y las hostiles relaciones con los indígenas habían provocado que Talamanca fuese una tierra en donde el dominio español no estaba presente, varias revueltas indígenas habían provocado la destrucción de poblados y fuertes españoles en la efímera jurisdicción de Duy y Mexicanos o Tierra Adentro nombre con que se le conoció para la corona española.
No es extraño imaginar que el dificultoso relieve de la Talamanca, sus impenetrables selvas e imponentes montañas fueran el lugar perfecto para el escondite de los indígenas ante la amenaza del apreso español y su posterior obligación a vivir en ciudades o reducciones.
Uno de los misterios más inquietantes que esconde Tierra Adentro es el misterioso poblado de San Mateo, si bien nunca se logró definir la ubicación de las ricas minas auríferas que ya eran mencionadas como El Tisingal. Muchos iniciaron la dificultosa búsqueda de un tesoro perdido en las posesiones de la Costa Rica colonial que extendía desde las Bocas del Toro a la boca del San juan aproximadamente. Según las investigaciones de Percy Denyer para la Revista Geológica de América Central, este nombre esta ligado al nombre de la capital hondureña Tegucigalpa antes Tafuzgalpa o Tierra de Oro.  
En los años 1709 y 1714 el poblado de San Mateo creado como protección de la ciudad de Cartago ante invasiones de Talamanca es destruido para siempre quedando en el completo olvido. Muchas conspiraciones han surgido no aclaradas sobre los cimientos de esta antigua fortaleza española en Tierra Adentro. El periódico La Nación publica el artículo en el que los buscadores del vuelo perdido argentino TC 48 el cual se cree perdido entre la selva de la Fila de Matama, logran encontrar cimientos de una posible fortaleza, pero claramente no indígena en este sector. También sin claras pruebas se menciona la existencia de sitio arqueológico del cual me es imposible hablar al respecto ante la falta de clara pruebas.  Las incongruencias no se hacen esperar sino cuando el mismo obispo Augusto Thiel dice visitar lo que resta del antiguo San Mateo pero no en Matama sino en tierra de Chirripoes (actuales selvas del Este de Turrialba) a 6 horas de Moravia donde este realiza una corta misa para seguir su camino Tierra Adentro. William Gabb creía en la posibilidad de que el Tisingal estuviese situado en esta región, al que el mismo llama Cerro San Mateo, entre la planicie de Sahara (Moravia de Chirripó) y las Lagunas Ayil, las que el mismo visitó y exploró a finales del silo XIX.  Actualemente corresponde según la cartografía La Fila Picada Matina en el mismo sitio descrito con anterioridad.
Estuvo en Chirripó de Turrialba es más probable según los escritos antiguos, pero realizar una investigación más exhaustiva en Matama nos revelaría un poco más de la curiosa historia entre la Talamanca y la Cartago colonial. Ya para el siglo XIX las relaciones exteriores, el lento pero efectivo extirpe del fundamentalismo religiosos en Costa Rica da auge a la llegada de investigadores y científicos que vienen a investigar y explorar la Talamanca que pasó dormida más de un siglo para la historia ante el nulo interés del costarricense de entonces por conocer dichas poblaciones.

Qué es Talamanca y que simboliza para Costa Rica esta tierra legendaria y mística, europeos y norteamericanos se dan la tarea de explorar lo que hasta entonces era desinterés total pero motivados en un renacimiento de las leyendas del Tisingal.  A inicios del siglo XIX Rafael Francisco Osejo publica sus primeras notas de Geografía de Costa Rica, ese mismo personaje ilustrado que lucho a favor de la república en la era del imperio de Iturbide, vuelve a despertar los anhelos por encontrar el tesoro. Sin embargo es importante recalcar los anhelos de Osejo de unirse  a la Gran Colombia a la quizá parecía tener el pueblo de la meseta más rasgos en común que con la desvanecida Nueva España. Esa misma naciente nación sería la que intentaría dominar por completo Talamanca pero que resultaría con la pérdida de Las Bocas del Toro hasta entonces costarricenses.
William More Gabb, destacable geólogo invaluable para los estudios geográficos del país, además de otros tantos aventureros como Francisco Bonilla y José María Figueroa se lanzaron  mediados y finales del siglo XIX a buscar el mítico Tisingal desde las tierras chirripoes hasta los Valles de Taini  o la Estrella y recorriendo las riveras de los ríos Coen, Urén, Lari y Telire sin importantes resultados. A esto menciona Gabb “La geología de Coén cabécar y alto Tiribí le confirman que el Tisingal no puede estar aquí”.
La existencia del Tisingal quizá nunca fue más que una leyenda o una exagerción, pero nuestro verdadero tesoro aún existe y se llama Talamanca.
Supuestos restos de San Mateo 

viernes, 27 de abril de 2018

LA HISTORIA DE LA PRIMERAS EXPEDICIONES DE LAS MONTAÑAS EN COSTA RICA

En esta entrada se expondrá la historia de los ascensos, apuntes y datos históricos, así como una interpretación a varias de las montañas de nuestro país. (entrada en construcción)



El Volcán Platanar 

El Volcán Platanar es un estratovolcán de 2183 msnm localizado en el cantón de San Carlos , inmediatamente al Sureste de Ciudad Quesada dentro del Parque Nacional Juan Castro Blanco. Este Edificio volcánico semi-cónico no posee actividad volcánica conocida, aunque está en estudio algunas fuentes termales,como  El Tucano, posiblemente su  origen está vinculado al edificio volcánico. 
Si bien la información sobre el Volcán Platanar es bastante pobre, podemos dar una mirada a la historia del cantón de San Carlos y sus primeros habitantes no indígenas.
El primer registro de una persona no indígena en la Región Norte de Costa Rica data de la época colonial , cuando en 1640 el encomendero Jerónimo Retes visita la región del Rio Cutris (San Carlos) y Jovis (Sarapiquí) sin embargo utilizando el camino por el Desengaño, por lo que Tapezco (depresión que se encuentra entre el Macizo Palmira-Platanar y la Cordillera de Tilarán)  no fue utilizada aún.
El registro más antiguo data de Alexander  Frantzius cuando narra lo siguiente.

"Alfaro notó desde lo lejos un cono de faldas despedazas, Este cono que se ve desde el San Carlos  y allá se llama Cerro Toro Amarillo, es el mismo que Otoya subió más tarde  y llamó Montecristo. El quinto día se siguió el Toro Amarillo hasta el punto en que se recibe, por su ribera derecha, un río que baja del Volcán de los Votos y que fue llamado Río Agrio por el sabor de sus aguas"

"Al noroeste del cono citado  de ascensión tan dificultosa se haya una laguna , por eso al lugar se le llamó también El Cerro de la Lagunilla, , En los alrededores de esta laguna halló un camino de nueve pies de anchura , prueba de habitantes anteriores"



A pesar de lo confuso se puede deducir que el guía José Gregorio Barrantes  y Otoya lograron atravesar una ruta por el actual Valle del Toro Amarillo en Sarchí y luego ascendiendo las montañas hasta el cono mencionado, quizá siguiendo lo que hoy llamamos Volcán Viejo,  en la segunda cita  parece tratarse del Porvenir, esto lo verificamos por el registro de la Laguna, lo que queda como duda,  es si  realmente el Volcán Platanar es  el Montecristo o Toro Amarillo , ya que los caminantes   nunca asocian  que Lagunilla y Toro Amarillo sean los mismos


Bosque pluvial montano bajo, nuboso del Parque Nacional Juan Castro Blanco
Bosque Nuboso, Pluvial Montano Bajo, Parque Nacional Juan Castro Blanco




Referencias 

Municipalidad de San Carlos https://www.munisc.go.cr/Paginas/Visitantes/Historia.aspx#:~:text=El%20nombre%20de%20San%20Carlos,sobre%20el%20R%C3%ADo%20San%20Juan.

Universidad Estatal a Distancia (https://www.uned.ac.cr/extension/act/cursos-en-linea/94-extension-en-accion/identidad-cultural/652-remembranza-de-la-vereda-del-sarapiqui) 

Viajes por Costa Rica (2014) Tomo 1  EUNED , San José Costa Rica

Reseña Histórica del Volcán Barva, El Gigante durmiente

Fotografía de Leonel Leon, Macizo Barva, Laguna Danta

la espesa niebla es frecuente en la laguna del Barva,
además del intenso frío a sus 2906 msnm
Donde hoy está localizada la conurbación de la ciudad de Heredia vivió una de las más importantes tribus indígenas del Valle Central, de la cual hoy solo conocemos como referencia el nombre de los Barva o Barvac. Dicha población de la que hoy tenemos muy pobre información ha dado nombre al imponente macizo herediano, aunque las referencias indican que el nombre más probable que se le dio a este volcán fue el de Chibuzú, probablemente de la voz Sibö Tzu, Montaña de Dios, nombre que fue compartido también con el hermano Poás. Al igual como se ha escrito anteriormente, las montañas solían muchas veces confundirse y aplicarse indiferentemente un mismo nombre.


Laguna del Barva, casi redonda y con agua todo el año, está rodeada de un bosque de altura húmedo, espeso y frío
al fondo se observa el Cerro Gongolona, uno de los muchos conos piroclásticos del Macizo.

Qué desafortunado no contar con la suficiente información sobre lo que pudo significar tal macizo para nuestros indígenas, pero algunas versiones nos han llegado como leyendas, no es de mi interés contar cada leyenda sino resaltar el por qué de algunas, si bien las leyendas del Barva recaen en su laguna, la versión indígena habla de una serpiente dejada en la cima por los pueblos náhuatl que dejaron su constancia en esta región, mientras también se habla de sacrificios de niños en honor a los dioses mesoamericanos. Nada extraño si recordamos el papel en la vida espiritual de los sus vecinos de Toyopán, el cual hasta hoy conservamos sus figuras a dioses “mexicanos” como Tlátloc. Las historias que persisten hasta hoy se relacionan al misticismo de su laguna, la historia de la virgen del Pilar y un tesoro, pero sin duda, tal como muchos de sus pobladores más cercanos en el libro Voces de la Montaña han constatado, lo que si es cierto es que este tranquilo lugar parece congelado en el tiempo, con una densa niebla que le da una figura mística y encantadora al lugar. De sus vecinos del Norte, los votos, menos sabemos aún, pero es lógico pensar que en su historia, alguna relación entre el ser humano indígena y el Barva debió existir, algunos hallazgos de piezas arqueológicas encontradas en e cerro Guararí refuerza este hecho.

La Laguna Danta, es la mayor del Macizo

¿Quién ha sido el primero no indígena en coronar su cumbre? no lo sabemos, si bien los habitantes del Valle Central y en especial los de Barva y Heredia no mencionaron ni describieron su cumbre si no sus laderas y sus conflictos entre la emergente Heredia y la reducción de los Barva, constatado en varios libros de historia nacional y en especial de Heredia, las menciones al Barva parecen nulas más que a referencia de que tal promontorio era un Volcán. Llamarle volcán tampoco se puede constatar como una conciencia de los antiguos heredianos sobre el origen del Barva, si no más bien a la vieja costumbre de los costarricenses de llamarle volcán a casi cualquier montaña.
Dentro de lo que sabemos en la historia colonial, era que ya los flancos sureños del Barva habían sido impactados por la mano humana de forma significativa, al punto que el señor Karl Hoffman, quien realiza la primera gira registrada a este macizo, da fe de este fenómeno. Por tanto, es evidente que desde mucho antes este macizo se había dejado ascender y hasta hacer uso de los recursos cercanos a las partes más altas.  Si Hoffman ya contaba con guías es evidente reconocer el uso de la tierra del Barva, si bien los indígenas Barva fueron absorbidos cultural y étnicamente por el mestizaje y la imposición, los últimos vestigios de indígenas pudieron habitar la región del Roble, donde el viejo camino que ascendía hasta Sacramento era considerado una calzada indígena.
árbol Cacho de Venado

¿Es el Barva un volcán extinto?, es una pregunta frecuente, pero ningún volcán tan joven como lo es el Barva puede considerársele como tal, mas si tomamos en cuenta que posee actividad residual en forma de aguas termales o solfataras. Una de ellas mencionada por el andariego Miguel Salguero que fue descubierta a inicios del siglo pasado por el personaje llamado Mardoqueo Vargas, en las bajuras norteñas y selváticas del Macizo, otros mencionan igualmente este fenómeno en Bajo Minas y la pequeña y sutil agua termal de Huacalillo de Porrosatí. Así como colegas míos que se han atrevido a explorar han encontrado el agua caliente del río Jesús María.
El Barva siguió siendo ascendido por otros científicos y personas cercanas al Macizo, entre ellos Pittier, incluso el agua de la Laguna intentó aprovecharse para el uso humano, pero en el costarricense, este volcán durmiente no significó tanta mención como sus activos hermanos Poás, Irazú o Turrialba. Allá por inicios del siglo XIX, Don Pío Víquez, abre una trocha para conectar el Valle Central con el río Sarapiquí pasando por el Barva, dicho trabajo no resultó tan fructífero cuando Miguel Alfaro abre otra ruta por el Desengaño descendiendo la margen occidental del río Sarapiquí.
El Barva intentó ser colonizado más intensamente mediante la colonia de Jesús María, esta al Norte de la Laguna Barva, pero el proyecto fracasó por lo inhóspito, y salvaje del entorno natural, a demás de su cercana declaración de parque nacional hoy Braulio Carrillo. Sin duda hoy día es el Barva un hermoso bosque montano, que, aunque bastante cerca no logra alcanzar el piso subalpino como los vecinos cartagineses conserva quizá el más apreciado bosque de los volcanes de la Cordillera Volcánica Central.

Bibliografía
Elías Zeledón Cartín. (2014). Viajes por Costa Rica. Tomo I. Primera Edición, Editorial Universidad Estatal a Distancia, San José, Costa Rica.
Emilio Vargas. (2016). Voces de la Montaña, Tomo I. Naturaleza y Sociedad en el siglo XX. Volcán Barva. Primera Edición, Editorial Universidad Nacional, Heredia Costa Rica.
Emilio Vargas. (2016). Voces de la Montaña, Tomo II. Testimonios de Historia Ambiental del Volcán Barva. Primera Edición, Editorial Universidad Nacional, Heredia Costa Rica.
Guillermo Alvarado. (2009) Los Volcanes de Costa Rica. Historia, Riqueza Natural y su Gente. Tercera edición, EUNED, San José, Costa Rica.
María Constanza Ceruti. (2010). Los Volcanes Sagrados en el Folclore y la Arqueología de Costa Rica.  Mitológicas Vol. XXV. Centro Argentino de Etnología Americana. Buenos Aires, Argentina.

Miguel Salguero. (1980). Crónicas de Tierra Adentro. Editorial de Costa Rica. Tercera Edición, San José, Costa Rica
                                                                           

El Volcán Turrialba, el Centinela del Caribe


              Con 3332 metros sobre el nivel del mar, el coloso de Turrialba es el segundo volcán más alto de Costa Rica, no es parte de esta entrada describir al coloso (ver volcán Turrialba) sino contar la historia que trae este maravilloso edificio volcánico que comparte su base con su vecino Irazú, ambos en Cartago.

Antes de la conquista española



Ilustración de Thomas Francis Meagher, 1858
             Como es evidente, ante la inexistencia de fuentes, es difícil saber con detalle la relación que poseyeron los indígenas con el coloso de Turrialba, sin embargo es importante resaltar que al igual que la mayoría de altas cumbres de Costa Rica los indígenas creyeron en que allí residían seres mitológicos como demonios o los mismos  dioses, el miedo al agreste clima húmedo y frío que fácilmente podía matar a a cualquiera. Muy probablemente según Gonzáles Víquez,  el Turrialba fuese llamado Volcán de Suerre, al igual que el río Reventazón, y este era comúnmente  confundido con el Irazú que recibía este mismo nombre. (La misma confusión recibieron el Barva y el Poás denominándose a estos indiferentemente Cuerizú o Chibuzú)




Durante la colonia


En los primeros siglos del período colonial, los habitantes de la Meseta Central no se sintieron atraídos por reconocer las altas montañas que rodean sus fértiles tierras. La primera referencia aparece por el gobernador de la provincia de Costa Rica Don Diego de la haya en 1723, el cual afirmaba observar desde el Irazú al Turrialba  humeante. Según Gonzáles Víquez y citado por Alvarado, el nombre del coloso podría provenir de Turiri y aban, que significa río de fuego, aunque la más tradicional versión y defendida por Frantzius es la que proviene del latín Turris Alba (Torre Blanca) en alusión a las columnas de gases que salen de sus entrañas.

Período Repúblicano



       Cómo se ha abordado con los demás macizos, las exploraciones geográficas inician con la llegada de europeos, en su mayoría de origen alemán, pero pese a que ya la mayoría de edificios volcánicos habían sido ascendidos, el Turrialba seguía siendo un misterio y reconocido como una montaña agreste o "chúcara". 
            El explorador y médico, Hoffmann,  observó columnas de gas en 1855 desde el volcán Irazú, pero ante la dificultad y desconocimiento total para ascender el Turrialaba no conquistó dicha cumbre,  según narraciones de Carl Von Seebach el 16  de Septiembre de 1864  el cielo se cubrió de ceniza sobre San José y Cartago, este mismo autor cita que  el Turrialba ha sido uno de los centros volcánicos más enfurecidos de toda Centroamérica, de todos los volcanes de América Central es el Turrialba el más difícil de explorar. Seebach al igual que otros exploradores como Pittier quedaron asombrados ante la imponencia y majestuosidad del paisaje, al que llaman ser mejor que el del Irazú, si bien el Turrialba es el volcán latente más cercano al Mar Caribe en Costa Rica, el Turrialba parece desafiar la norma geológica en que la cadena volcánica actual se sitúa sobre una línea paralela a la costa del Pacífico. Para mi persona el Turrialba es el gran volcán del Caribe.
Ilustración de Von Seebach, mediados del siglo XIX

Ascensos

Según se cita en la Gaceta, y otros autores mencionan, como Luko Hilje en " Un ascenso Histórico Al Volcán Turrialba", los primeros en subir el coloso de Turrialba, fueron un grupo de doce hombres, encabezados por el alemán John (Juan) Braun, el francés Roche de La Tour, el suizo Martín Flütsch, otro alemán de apellido Johanning y dos guías costarricenses Antolino Quesada y Manuel Guillén, los demás permanecen en misterio. El Ascenso de estos personajes se realiza por la actual ruta hacia Turrialba, en aquella época rodeada de gigantescos bosques densos, los mismos mencionan iniciar de un lugar llamado El Sitio, finca perteneciente a Eusebio Ortiz, el autor menciona que ese mismo lugar podría situarse en un alejado rincón de lo que ahora es  el vallecillo de Aquiares, muy cerca del poblado de la Esmeralda, sitio que yo mismo atravesé con mi bicibleta para llegar más rápidamente a Santa Cruz de Turrialba desde Juan Viñas sin haber camino pero siendo más corto en distancia, pero al mencionar que después cruzaron el Río Chis (Chiz), El Sitio pareciera improbable, más adelante leyendo las crónicas de Pittier, el mismo afirma que se trata de Birrisito de Paraíso, una frontera agrícola en aquella época, pero Seebach lo enmarca entre Juan Viñas y el río Birrís.
 Luego de atravesar el Chiz (Juan Viñas), se dirigieron al río Turrialba, donde lo ascienden desde la margen derecha, logran divisar la catarata del río Turrialba, para aquella época, la región que hoy ocupa Capellades de Alvarado y Santa Cruz de Turrialba era inhóspita, recibía el nombre de Peor es Nada. El autor menciona el obstáculo que significó las paredes casi verticales sobre lo que hoy es la Pastora, estos miden la temperatura en la cima en 1,25 grados celcius, y a pesar de no ser grandes científicos, registran el desolador panorama de la cumbre y su entorno natural.

Un año más tarde de la primera expedición al Turrialba, el científico Von Seebach la repite, con una muy valiosa descripción científica, Seebach describe igualmente algunas características de la primera expedición pero agrega datos sobre su vegetación y fauna, como la presencia de mirtáceas (en realidad eran vaccinium), pacayas, cañuela o chusquea e imponentes robles.  Seebach da nombres de ríos que actualmente no poseen dicha denominación, entre ellos el río San Pablo, Santa Ana, este último según las descripciones me hace creer que se trata de la quebrada Jesús María, pero de la quebrada San Pablo tengo profundas dudas. Seebach indica que en la mañana cayó escarcha ( podría tratarse de una nevisca o aguanieve) y la temperatura a las 6 a.m. marcó los 1,5°.
El asenso de Pittier, cierra con una última crónica antes de finalizar el siglo XIX, Pittier menciona como el "chúcaro" Turrialba ahora es un volcán colonizado como muchos otros, menciona que los señores Francisco Gutiérrez y Amín Fusilcau Duplantier crearon un camino al actual sitio llamado La Central.  Pittier asciende el volcán con ayuda de pobladores de Santa Cruz y asombrado describe los hermosos parajes en su cima. 
A inicio del siglo XX se crea el camino de Fuentes, (Rodriguez, R., Gil, E., y Solano W. Turrialba mucho más que Cien Años) este camino comunicó a la Región de Peor es Nada (Santa Cruz) con Cartago, de la cual tuvo mejor comunicación hasta que se decide anexar a Turrialba debido a que el volcán estaba fuera del cantón.
Para mediados del siglo XX, Don Florentino Castro se hace con las mayoría de tierras al suroeste del coloso y las actividades agropecuarias o del famoso queso Turrialba se inician en la región, del cual comparto con grato orgullo como mi abuelo y ancestros fueron parte de los  colonizadores de la zona inmediata al asenso al cráter. 
Actualmente el Turrialba está en plena actividad, subirlo pese a que es prohibido, debe obedecer al conocimiento del mismo, como sus características e ir prevenido ante una eventual situación.   Antes de la actividad del 2010 el Turrialba era un volcán indiferente para la mayoría de costarricenses, actualmente se ha popularizado una cultura de miedo que impide un turismo sostenible, además de intereses particulares.  

Datos interesantes


  • Seebach menciona los cerros observables desde el Turrialba como Pico Blanco, Páramo, Chirripó y de Los Santos, estos corresponden al Kamuk, Dúrika, Chirripó y el Macizo de la Muerte.
  • Varios expedicionarios mencionan el sitio de los Quemados, no se trata de la zona impactada por ceniza y flujos piroclásticos (La Picada) sino en realidad consiste a la Quebrada Ariete, al Sur del Cerro San Enrique, en donde brotan aguas termales y algunos gases.
  • El Turrialba también fue conocido como Volcán de Fuego, en contraposición al Irazú o volcán de Agua, debido a su constante actividad durante la época colonial, principalmente de sus columnas de gases.



EL Dúrika, la pared vertical


El Dúrika es una de las montañas más prominentes de Costa Rica, con sus 3263 metros, es una de las más difíciles cumbres de acceder en el territorio costarricense. El Durika se localiza en una curiosa situación geográfica en donde la orientación NO-SE de la cordillera de Talamanca se interrumpe formando una herradura alineada con el Golfo Dulce, donde drena el río Ceibo, no tengo clara la razón aunque no me parecía extraña la acción de fallas de la zona. Tambien ver Gira a los Durika






Sobre el vulcanismo del Durika

En la Talamanca costarricense se encuentra un vulcanismo extinto, dentro del cual el Dúrika conserva los últimos rasgos datados en 900 mil años de antigüedad, la subducción de la Cordillera Marina del Coco ha detenido el vulcanismo regional que reaparece en el vecino Panamá, pero para ello la placa Cocos ha finalizado en el punto triple (Cocos-Caribe-Nazca) que da origen al vulcanismo del Barú y el restante cesante vulcanismo panameño. Según Alvarado Induni, en la cuenca superior del río Lori se presenta un campo de domos de lava de composición dacítica dentro de los cuales resalta el Cerro Casma. Durante mi visita los Durika observé muy constantemente la existencia de rocas volcánicas, dacitas en las partes altas de las cumbres. También la presencia de aguas termales en su base sobre el río Ceibo y una probable falla de alineación Norte-Sur que pareciera casi indudable que lo sea aunque no he leído nada acerca de la misma.

Sabanas Muruk Bisuk, cuenca del río Ceibo








Historia de los ascensos

Si bien no hay registros de los primeros ascensos, ya que el Durika permaneció indocumentado y sin descripciones durante la colonia y casi todo el siglo XIX, William Gabb es el primero en mencionarlo.

Es importante recordar que los indígenas denominaban a todos los páramos U-jum y esto complicaba distinguirlos unos de otros.

A esto escribe el importante geólogo William Gabb
"De cabécar podía verse un hermoso pico que los indios llaman U-jum, término que aplican indiferentemente a toda sumidad roqueña y desnuda. Por falta de tiempo y también por la circunstancia de que otros trabajos más apremiantes llamaban mi atención, tuve que prescindir de evitar aquella cima. De lejos tiene la apariencia de un volcán, y tanto su forma como sus flancos desnudos confirman las historias indígenas quienes pretenden haber visto fuego y humo en la cumbre. Es probablemente que esta está revestida con la misma clase de vegetación raquítica encontrada en la región superior del Kamuk, a pesar de la apariencia pelada que tiene de lejos este, pero su forma no es menos característica que la del Turrialba. La gente de cabécar también llama U-jum a otro pico que se eleva en la parte más alta de la cresta que corre entre el Lari y el Diparí y también lo repuntan como volcán, nosotros dimos a éste el nombre de Monte Lyon, con el objeto de distinguirlo del primero. El único modo que hay de averiguar lo que es cierto respecto a la naturaleza de aquellas cimas, es que un observador competente visite una cima y otra. Un indio de avanzada edad a quien interrogué minuciosamente, me contó que durante la época seca del año de la viruela (1855), el cruzó por el camino que va de Bribri a Terraba; que en aquel tiempo la cima estaba ardiendo… jamás ha habido indio que se atreva a subir a la cima, detenidos que se hallan todos por supersticiosos terrores. Otros me han contado historias iguales." (Talamanca el espacio y los hombres. Pág 60.)
A pesar del análisis que se le haga a esta narración, es confuso definir cual de ambos es el Durika, lo mas probable es que el mismo Gabb mencione al Durika al inicio por su similitud volcánica, la cual no es confundible y luego haga mención a otro de los cerros que también componen el macizo, quizá el Bitsi, ya que se menciona que se encuentra entre los ríos Dipari (Dipali y el Lari) aunque el Bitsi no se encuentra realmente en esa localización podría dar esa impresión a verlo desde los actuales Utyum, desde donde Gabb alzó la mirada y tomando en cuenta que los ríos mencionados son de la vertiente caribeña al igual al cerro Bitsi.
Origen de los nombres
El río Dipali o Dipari  del cual el cambio di a ri  es común en la versiones descritas, significa río del chile, mientras Durika podría venir de Dulika que en cabécar significa Vertical, otra opción es árbol del cerro Alto. Al Sur del Durika existen unas sabanas que se llaman Muruk Bisuk las cuales significan Sabana del Venado, este de Mulubi (venado) y sök que significa sabana. Los cerros que acompañana al Durika como el Amú significa pita, amó, aguacate, akó Tapezco y Aká significa pico de ave, Cerro Betsú significa colibrí, Cerro Batú (cerro negruzco) y Surí significa guabillo. (Tomado del diccionario bribri y la toponimia indígena según Miguel Angel Quesada)


El Cerro Utyum, una encruzijada entre dos océanos


El Cerro Utyum una muralla cruzada entre dos océanos
Quizá no tan reconocido entre los grandes macizos costarricenses, pero sí lo es, un grande, los Utyum trasliterado Ujum o Uyum es una masa que alcanza los 3060 msnm y se localiza sobre la fila divisoria de aguas de la cordillera de Talamanca.  Aunque la información a veces muy imprecisa no logra definir con exactitud su historia se sabe que por allí cruzó el mismo Juan Vázquez de Coronado en su gira a Talamanca, lo que habría sido un importante camino entre las tierras de Ara (Talamanca) y la tierra de los Térrabas en el actual Valle del General-Coto Brus.
El Utyum tuvo la poca suerte de ser tan explorado posteriormente pese a ser más frecuentado en años de la conquista, muchas veces confundido con los Dúrika al que también se le llegó a nominar Utyum. Un domingo 29 de 1881 el segundo obispo de Costa Rica Augusto Thiel, uno de los personajes más reconocidos de la segunda mitad del siglo XIX, sube desde San José Cabagra en dirección a Sipurio Talamanca. A lo que se menciona. “en el domingo 29 en la boca de la sábana de Ulán (actualmente podría ser el lugar llamado Olán)  en el ojo de Agua, en la noche llego a Cori, el lunes 30 pasó la cordillera en su punto más alto, erigió una cruz y llamó al cerro Cruz del Obispo, almorzó al otro lado de la cordillera y llegó a Lari…¨ (Herrera, I. Monseñor Thiel en Costa Rica pag.69)
Henry Pittier atribuye en sus notas lo siguiente "El nombre de Ujum, empleado según parece por los indios del norte para asignar a uno de los picos  de la cordillera madre, es desconocido por los del sur, y no sé con seguridad si ha de aplicar a otro macizo que se encuentra al Sureste del primero en los orígenes del río Bequís, Achioto, Cañas y Volcán. Nótese además que entre los indios la palabra U-jum no es voz propia sino una palabra genérica que se aplica a cualquier pico pelado."
Si analizamos claramente la narración de Pittier en el Valle del General y Buenos Aires claramente se denota que se confunde también al Chirripó con el actual Utyum, para entonces Pittier tuvo poca información sobre el Chirripó y agrega que el mismo no es tan importante desde el sur y algunos le llaman Mount Walker, pero hace aclaración que también se le denomina Ujum el localizado al sureste, verdadera posición del Dúrika donde nacen los ríos Cañas y Volcán visible en la hoja Buenos Aires . Curiosamente al final de cuentas el actual Utyum más al Sureste ni tan siquiera es mencionado, siendo el nombre tan genérico a una sabana o páramo.

William Gabb afirma ascender en compañía al Utyum, es más probable que este sí sea realmente el verdadero cerro actual, dado a que Gabb era un verdadero conocedor de la inhóspita Talamanca. A esto  se menciona  “Entre los acompañantes costarricenses naturalistas, en las expediciones de Gabb se encuentran Juan Cooper y José Cástulo Zeledón (1846- 1923), ambos acompañaron a Gabb al ascenso del cerro Utyum” Gabb sabía distinguir el Utyum o cerro del Obispo y nombra al otro ( Dúrika) como cerro Lyon, en honor al estadounidense que administraba Talamanca en esa época Juan Lyon).

Foto del Cerro Utyum por Omar Zúñiga, Pico Aventuras
Bibliografía
Comentario sobre William Gabb: legado y contribuciones inéditas y olvidadas. Percy Denyer & Oscar H. Lücke Escuela Centroamericana de Geología, Universidad de Costa Rica
Monseñor Thiel en Costa Rica, visitas Pastorales, 1880-1891.Ana Isalbel Herrera
Viaje por Costa Rica, Elías Zeledón Cartín


EL KAMUK, LA MONTAÑA SAGRADA

El Cerro Kamuk anteriormente llamado Pico Blanco también es la segunda montaña más alta sobre todo el territorio costarricense.  Posee unos 3549 msnm. El Kamuk se localiza  al Noreste del Eje de la Divisoria de Aguas, es decir está localizado enteramente en la vertiente caribeña. Ésta es una montaña sumamente simbólica para nuestros antepasados pues para muchos esta era el sitio de la creación del mismo hombre según leyendas de los indios de Talamanca, residencia de Sibö, Dios más importante en las creencias indígenas, lo que valía el nombre sagrado del "Surayum" como el Olimpo costarricense. 
Cuando al padre Agustín Blessing se le pregunta por ascender esta montaña  deja clara su creencia  de que es volcán y responde “los cholitos dicen que cuando Dios quiere comer Indio, prende fuego allá arriba para comer Indio”. Pero los indígenas ante el crudo frío, las difíciles condiciones climáticas no se arriman allá más que para la caza, la cual es muy buena.
El Kamuk era nombrado como uno de los volcanes de Costa Rica durante el siglo XIX, a esto científicos como Alexander von Frantzius defendió su tesis de que era un cono volcánico, contradicho por Ander Oersted por la poca o casi nulas pruebas de que el mismo lo fuera. Ante las cartas enviadas al padre de la geografía moderna Von Humboldt, este decide agregar el Pico Blanco en la literatura científica del siglo XIX.
El Señor William Gabb, importante geólogo traído durante la construcción del ferrocarril al Atlántico por Guardia, deja claro, el pico Blanco compuesto de granítos y abundante horblenda no puede ser un volcán, su formación intrusiva es evidente, descripciones muy similares a las observadas por mi personas en otros cerros de la cordillera como el Elí, Durika o Bitsi que yo califiqué de granodioritas.
Tanto Pittier como el mismo Gabb insisten en ser este segundo  el primer hombre blanco en ascender al Pico Blanco o Kamuk, aunque se tiene eivdencia de los registros del ascenso de José María Figueroa en 1843, 30 años antes.
Kamuk por Victor Quirós Alfaro
BIBLIOGRAFÍA

 El último Cacique de Talamanca,siglo XIX. Claudio Barrantes Cartín
Contribución pionera de William Gabb a la cartografía y geología. Anuario de Estudios Centroamericanos
Comentario sobre William Gabb. Legado sobre contribuciones inéditas y olvidadas. Escuela centroamericana de Geología. Universidad de Costa Rica.
Viajes por Costa Rica Elías Zledón Cartín





miércoles, 28 de febrero de 2018

LOS BAJOS DE BONILLA



Mi primer artículo de este blog hablaba de un pequeño rincón al norte del volcán Turrialba, ese rincón visitado por mi persona hace ya varios años era para mi un lugar tan desconocido e intrigante que solo mínimos datos podía expresar. Ha Pasado ya 7 años y ese sitio ahora es uno de mis rincones más apreciados y hermosos. ¿Pero qué son los Bajos de Bonilla o Bajos del Volcán?.   Ver también La Tierra de los Suerres
  Si desea conocer esta ruta ponerse en contacto, datos administrados en la parte inferior de la entrada
Los Bajos de Bonilla, al fondo Volcán Dos Novillos


Los Bajos de Bonilla son una caldera de deslizamiento, algo así como un valle a una altitud de 2300-2000 msnm que desciende en forma de terrazas, delimitadas por los ríos Guácimo al Este y las imponentes murallas del Volcán Dos Novillos, al oeste por el río Elia y la fila del Tolomuco (nombre coloquial) que desciende del cráter principal del Volcán Turrialba. Pertenece a los cantones de Turrialba (parte alta) y Guácimo (parte baja). 

Historia 
Don Leo Pereira, gran amigo y personaje de la zona me ha contado como ha visto  los años en esa tierra de pastos fértiles, donde a mediados del siglo pasado los primeros habitantes comenzaron a romper montaña, entre barriales y el indómito clima del Caribe húmedo y muy frío por la altura entraban en caballo por los barriales desde el poblado de Santa Cruz de Turrialba, al que pertenece la mayor parte de la región. Su ingreso consiste en bordear la ladera Este hasta llegar al sitio Alto La Botella donde se mira hermoso el verdor del paisaje majestuoso volcánico. Según me cuenta Don Leo historias de historias rondan a la región, de personas que accidentadas no lograban recibir atención médica y morían en el camino o se resignaban a esperar la muerte hasta accidentes en las abras del bosque. Existió una ermita y una plazoleta pero el pequeño poblado de Bajos de Bonilla se redujo  a unas fincas visitadas por sus dueños y unos cuantos habitantes permanentes. Existió una trocha que alcanzaba el poblado de Suerre de Pococí (Guápiles) pero mi propia experiencia me dejó convencido que solo el tiempo se encargó de borrarlo entre el imponente bosque lluvioso.




Excursión Ciclomontaña

De varios descensos, llegó el momento de aventurarme al norte, para eso me comuniqué con  mi amigo Mayron, quien es también ciclista de montaña y sin pensarlo dos veces ni sentir miedo se apuntó a la aventura. No conocía el lugar y a las 10 am estabamos en Los Bajos. Mi misión llegar a una laguna conocida por pocos en el bosque residual casi primario de la inmensa selva de las faldas norte que descienden a las llanuras atlánticas. 
Conocimos a Don Leo, muy incrédulo al principio de que pudiéramos llegar Don Leo nos indica por donde ingresar.  Los parajes  imponentes de las montañas que se van volviendo más precipitadas inundan la vista, es el volcán dormido Dos Novillos, uno de los más desconocidos del país y poco estudiado.  Los pantanales de juncos entre fincas abandonadas nos mojan las piernas y las huellas de danta se hacen presentes. 
El Bosque se comienza a cerrar, las abras dejan sus último vestigios con pastos reclamados por el bosque. Un aguacero nos toma por sorpresa y tras de 30 minutos de buscar "pica" por el bosque nos encontramos un posible antiguo sendero, sabíamos que debíamos cruzar el río Guácimo y con varios intentos por fin lo logramos, me asombró el entusiasmo de mi amigo que no tenía mínima cercanía con la región, pese a que yo tampoco conocía me confiaba de mi brújula y GPS de celular más la hoja cartográfica de la zona. 
Para nuestra mala suerte el tiempo fue un enemigo, no así la intensa lluvia sino el tener que regresar y no ir preparados para pasar la noche en la región. Nos tomó la noche en el Alto la Botella, resignados a no alcanzar la laguna por el tiempo decidimos regresar y para colmo un imperfecto mecánico me obligó a alzar mi bicicleta 5 kms en montaña a oscuras mientras Mayron buscaba ayuda, a la que asistió apenas pudo mi primo Oscar Chinchilla. El paisaje nocturno de las luces de la provincia de Limón en el casi congelante aire me tapó la sensación de cansancio y hambre que llevábamos.





Segunda parte
Los Arenales de la boca del Dos Novillos
Claro no me iba a quedar con brazos cruzados y pocos meses después estaba de vuelta, esta vez solo pero más decidido a conocer la laguna. Dejé la bicicleta en casa de Don Leo y con una ligera llovizna comencé a descender, el sol brilló y me dio más esperanza, los pantanales no me perdonaron y entre juncos quedé embarrealado. Ya no tenía que improvisar tanto pero al alcanzar la boca del Dos Novillos a lo que en la región conocen como Los Arenales, me detuve a pensar como alcanzar la meta, allí no conocía y bordeando una pica que se perdía en la vegetación del bosque tupido, unas picaduras de desconocidos insectos me obligaron a correr y encontrar refugio en el río de los Arenales, el cual luce seco pero con un marcado cauce. Qué dolor!! y me preocupó lo que podría venir, pero estaba cerca, con esa sensación de qué me espera... solo en la montaña seguí y alcancé el claro inundado de la Laguna, huellas de danta se borraban, sonidos de congos y al fin mi meta, allí estaba la laguna, pequeña pero negra y serena. Laguna Dos Novillos le llama mi persona ante no reconocer algún otro topónimo. Regresé y pasé una amena noche con la hospitalidad de Don Leo.

Laguna "Dos Novillos"


 Tercer Parte 


Esta vez con ayuda de mi amigo de Guápiles, José Vargas anfitrión y mi amigo Juan Carlos Castanedo hicimos el trayecto desde Suerre de Guápiles, lugar donde José tiene su cabaña y nos recibió muy cordialmente una noche, donde recorrimos los hermosos parajes de su finca, incluida las formaciones volcánicas alrededor del río Guácimo y las abundante pozas que posee.
 Al día siguiente partimos hacia el bosque denso que separa las partes bajas de las faldas del Turrialba hacia la zona intermedia delimitada por una angostura entre los farallones del volcán Turrialba, algo así como una boca. En el camino se encuentran unas formaciones rocosas con oquedades, de las cuales no estoy seguro si se trata de cuevas propiamente de dichas o un terreno rocoso hueco de varias decenas de metros de longitud. En este hermoso bosque se observan abundantes huellas de danta, monos colorado, cariblanco y congo, una exhuberante vegetación. A medio camino entre la Cabaña de Don José y La Laguna Dos Novillos, se encuentra una claro, conocido como el Sitio de Los Arenales, donde existe un pastizal en una meseta rodeada de selva y una pequeña cabaña, aparentemente abandonada. El camino lo continuamos hasta alcanzar ya en la Tarde por los caminos ya conocido y descritos Los Bajos del Volcán (o de Bonilla) para continuar nuestra ruta hasta Santa Cruz de Turrialba, la cual culminamos al día siguiente, después de pernoctar en la cabaña de mi amigo Alex en Los Bajos.

Aquí inicia el recorrido

Las Pailas, Finca Las Cascadas


bosque que bordea la cabaña

Don Jose, Amigos y mi persona


Oquedades en medio camino Suerre-Los Bajos

Llegada al Sitio de Los Arenales

Ascenso cara norte del Volcán Turrialba

Amaneció muy frío 9° y lloviendo, mis esperanzas por subir al volcán se redujeron a un poco más de sueño y esperar, cuando me dice Don leo, ¡muchacho el clima mejoró!, ¿va querer aguadulce o café?, en el fogón preparaba unas tortillas con queso Turrialba. Mis ánimos estaban a tope, y con confianza sin conocer la trocha comencé a bordear la fila que desciende casi vertical del cráter Central, los paisajes asombrosos de las alturas me detenían, el río Sucio y el Chirripó Norte hermoso, la ciudad de Guápiles. El bosque se abrió en unas abras abandonadas, una casa en ruina y más arriba a casi 3000 metros de altura la vegetación carbonizada se impuso, al caminar la ceniza se soltaba y el sendero se borró de un solo momento. 
Paredes de la fila que se desprenden del cráter Occidental
Con persistencia busqué unos minutos la pica y un letrero me confortó en que estaba en el lugar indicado. Se abrió a mis ojos el cráter Oriental y una lagunilla, el Central y su laguna turquesa, y los imponentes y asustadizos bramidos de los gases del poderoso Turrialba. Me acerqué prudentemente, echando una ligera oración me despedí y bajé donde Don Leo me esperaba con un gallito para regresarme a casa de mi abuelo en Santa Cruz de Turrialba.








GUÍA, INFORMACIÓN ECOTURÍSTICA

Si desea conocer esta ruta ponerse en contacto con mi persona, guía, historiador y estudiante de geografía 86599468, Incluye guía y hospedaje en la Finca Ecoturística Las Cabañas, localizada en la selva de Suerre, Guácimo. También pude ponerse en contacto con Don José Vargas propietario, cel 83479852

Nota: No se realizan guías al volcán Turrialba, pero sí a zonas aledañas