Después de más de un año viviendo en el distrito de Pavón en el Golfo Dulce y
explorar esta bella tierra sureña de Costa Rica me dije a mi mismo que no podía
regresar a mi terruño sin haber hecho una de las metas más ambiciosas para mi
aquí en el Sur Sur, claramente era llegar a Burica pero sin introducirme en el
territorio panameño, al menos hasta alcanzar el
Mojón 1, punto más
austral continental de Costa Rica. Preguntando me fui dando cuenta que era quizá
posible pero no conocía nadie que lo hubiera hecho, por ahí de Enero de 2023 vi
por Facebook que unos aventureros en MTB lograron la hazaña aunque no sé
exactamente cuál ruta utilizaron. Sabiendo que el 1° de Mayo es feriado decidí
aventurarme bajo los riesgos que significaban ir solo, para ello fui hasta Paso
Canoas a sellar pasaporte para salir por el territorio panameño de regreso,
donde el acceso es mucho más fácil.
Tuve problemas en la frontera para sellar un
día antes, así que el mismo día que salí selle pasaporte y recorrido las
llanuras del Coto hasta Comte para empezar la ruta bastante quebrada de El
Progreso y ALto Comte (Territorio indígena Ngäbe), por donde he pasado muchas
veces pero mis viajes retornaban hasta el punto llamado Alto Buriquí.
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Poblado de Caña Blanca |
En los
últimos años la ruta ha mejorado considerablemente, según me cuentan algunos
puentes no existían y en época lluviosa resultaba difícil acceder a la Tierra
Ngäbe, actualmente aunque controversial el gobierno ha intentado llegar por vía
terrestre hasta la misma zona de Burica, sin embargo no ha sido terminado y el
camino desde el Cerro Platanar se vuelve un camino del bosque tropical poco
alterado de esa zona, remanente antiguo de las selvas que alguna vez cubrieron
toda la Península. Tras pasar un terreno muy quebrado, aquí el cletero no debe
desestimar que aunque las alturas no sean altas, el calor y el zig zag hace que
la ruta sea difícil y además antes de llegar al Platanar es necesario bajarse en
una cuesta que es monstruosa.
El Platanar es un cerro de masomenos 720 msnm
según mi altímetro, que además es un acantilado sobre la bella costa de mar
abierto que se mira desde las alturas (será el acantilado más alto del país), El
Cerro permanece cubierto de bosque donde se oyen numerosos pajarillos y monos de
todas las especies de Costa Rica. Los principales turistas aquí son extranjeros
y no ticos, que vienen curiosos por conocer la cultura indígena y además un
lugar donde parece que el tiempo no interesa, parece olvidado por el resto del
país como una especie de exclave de Costa Rica rodeado de Panamá donde hay más
desarrollo (aunque desafortunamente a coste de la destrucción natural).
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Cerro Platanar |
Para eso
de las 6:00 pm llegué a un campamento en el lugar llamado Campo Verde,
desgastante y exhausto fue el camino para llegar aquí entre la trocha que tenía
obstáculos incompatibles con mi bicicleta que varias veces tuve que alzar o
halar con mis manos. Al llegar a Campo Verde me recibió David, un joven ngäbe
que junto a su hermano tienen un campamento bastante bonito para recibir
turistas, exhausto descansé en el lugar y de noche veía muchas luces que de
seguro son los barcos que bordean Burica para llegar al canal de Panamá.
La
vista desde aquí arriba de la Penísnula es una belleza y el día siguiente a
David se ofreció acompañarme hasta el Valle donde se encuentran los otros
pueblos peninsulares y bastante aislados del país, entre ellos Alto Guaymí y El
Valle, luego aquí seguí solo hasta La Peña donde se alcanza La Playa, donde hay
un puesto de la policía de fronteras, quienes muy amables me dieron agua potable
y suplementos, entre ellos estaba el Cruz Rojista Gilberto Dondi, a quién había
conocido ya en lugares como Chirripó. -No se meta al mar, que es muy bravo, me
sentenciaron, nadie lo va arescatar, nunca hemos visto ciclistas por acá me
dijeron. Así que seguí mi ruta por la mismísima playa, unos 19 kms, donde a
veces la arena se volvía suave y no podía pasar los 8 km/h, pero a veces se
lograba compactar y alcanzaba hasta 22 km/h. Incluso parches de conchas y muy
desafortunamente micro plasticos que viajan con las corrientes y se quedan en
estas inhóspitas playas.
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Mojón en C. Platanar |
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Playas de la Península |
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Mojón 1 |
Para alcanzar la punta se viaja por la playa pasando
varias formaciones, la primera Punta Vanegas no ofrece ningún problema, pero las
siguientes fueron un tormento, especialemte Punta Mangle, la mayor prominencia
costera de la Península.Eso se debe a que Burica posee una geología interesante
y abrupta con formaciones de robustas rocas basculadas que forman paisajes
rocosos salidos del mar que dan la noción de ser algo fuera de todo lo normal,
ese mismo paisaje ya lo conocía cuando anduve en Punta Mala y Punta Judas que
marcan el fin del Golfo de Nicoya, pero estos eran más grandes a mi parecer y
también respondía a un nombre curioso "Los Muelles de Piedra", como olvidar el
Aeropuerto de Ovnis, que es como le dicen a la Punta Mala, deben ser sitios
terribles para navegar como había contado en sus andanzas en 1730 el marinero
escocés John Cockburn en ambos sitios. Para terminar mi rumbo a Mojón 1, debía
esquivar las rocosas playas de Punta Gorda, pero iba tan lento, tan cansado, y
mi bicicleta (Suretka) fue de verdad esa fuerza de árbol de Sulá que lleva en su
nombre el honor, pero gracias a una indicación de la policía de fronteras y los
mapas de Google Maps me metí en unas fincas de Palma para esquivar la costa
final que con el paso se "acantilaba". Tras mucho rato de soledad y pasar unas
fincas de palma me metí en una finca gananera para alcanzar el Mojón 1, a las
5:00 pm, estaba extasiado con la belleza del acantilado que recubre el Mojón,
donde desde arriba el mar resuena imponente y la Isla Burica se luce al fondo,
ya en la República vecina. Este punto fue tan espiritual para mi que aún no lo
saco de mi cabeza, tras tomarme unas fotos salí hasta el camino que lleva a
Armuelles, pero intenté buscar refugio en algún hotel de lado panameño, sin
embargo todo estaba oscuro. Nadie me salió y tras una media hora de camino en la
oscuridad pasó un vehiculo 4X4 que tras preguntarle para donde iba me respondió
- Paso Canoas, yo inmediatamente casi en suplica le pedí que me llevara de
regreso o de lo contrario pasaría mi noche entre mosquitos y un calor sofocante
típico de Mayo. Al rato pude entender esas pistas misteriosas que todo me
indicaba que es persona que me llevó de noche a Puerto Armuelles era de seguro
un narcotraficante, pero que más da, me hizo el favor de buena gana y a las 9 pm
estaba yo en Armuelles sobre un hotel viejo casi calléndose. seguro de la
antigua industria bananera de Chiriquí, pero feliz de dormir en una cama.
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Acantilados e Isla Burica |
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