Primer Intento: San Gerardo Norte
Desde hace bastante tiempo tuve ya la intención de publicar sobre este hermoso lugar, pero aclaro antes de seguir El Toro Amarillo es un río localizado en las provincias de Cartago y Limón, fácilmente confundible con el Río Toro en la provincia de Alajuela que por alguna equivocación o similitud se le ha agregad el denominativo "Amarillo".
Todo empieza porque desde hace muchos años tuve la curiosidad de conocer la enorme depresión que parece realmente un gran hueco con grandes riscos que caen entre los volcanes Irazú y Turrialba. Visitaba el Cerro de 3150 msnm llamado Las Liebres o el
Convenio y desde ahí miraba el imponente cañón y me llevó a querer descender.
Mi primer descenso al Toro Amarillo lo realizo desde la cumbre del Irazú en dirección al pueblo de San Gerardo Norte, hablamos de las laderas norteñas del Irazú, desde donde se visualiza imponente el cerro Alto Grande. Seguí descendiendo y las fuertes erupciones del Irazú me acompañaron en el trayecto, el descenso es brutal, fueron 1400 metros de descenso en solo 10 km. Hay que desviarse ingresar a potreros y luego seguir con bicicleta al hombro los empolvados pasto de ceniza hasta dar con el Toro Amarillo, en realidad se tratan de dos brazos que forman este hermoso río sulfuroso, el Pilas y el Peñas. El color amarillo no es el único encanto sino también el gran cañón que forma, este hace un extraño eco, da una sensación de vulnerabilidad pues se hace evidente que el río se crece peligrosamente y fuertes lahares transportan rocas y ceniza haciendo hasta 10 veces en caudal normal que debería tener el río. Seguí un tanto y conoci a un amable ermitaño. Regresé por donde vine, imaginarán el ángulo de pendiente que tocó subir y un fuerte aguacero me provocó una leve hipotermia con temperaturas de 7°.
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| Alto Grande |
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| Turrialba en erupción |
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| El Turrialba me regaló sorprendentes vistas y mucha ceniza |
Segundo Intento: Las Solfaratas del Turrialba
Volví a intentar dominar el bajo con mi bicicleta pero en esta ocasión me enfoqué en indagar sobre el misteriosos Hoyo y Hueco de Chiral del que más adelante espero publicar, la tarde me sorprendió descendiendo el bajo desde el volcán Turrialba, del lado contrario, pero la curiosidad me permitió encontrar por mera suerte las solfaratas del volcán Turrialba en el sector de las Peñas. La noche me sorprendió en el sector intervolcánico, que dicha que si como verduras jaja el ojo no me traiciona en la noche.
Tercer Intento: La Muralla del Turrialba
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| Sector Las Peñas |
Volví con amigos pero a improvizar, entre ellos Javier Montero, Iván Salazar (alias Cuzuco), Adriana y Allan Brenes y Jorge Román. Excelentes amigos que comenzamos a buscar una ruta antigua que desafortunadamente ya no existe. La aventura se tornó extrema, la pendiente alcanzó grados casi verticales, por lo tanto le llamo a este una escalada improvisada por los enormes riscos que los locales llaman La Muralla, yo sabía acerca de las termales pero no conocía su punto exacto. El ascenso parecía un intento de suicidio, no había camino, bajábamos resbalados por las pendientes y agarrados de sombrillas de pobre bajábamos esos guindos, Javier se mostró tenaz y con machete abría paso. Desafortunadamente al llegar cerca de los 1900 metros una gran pared vertical nos dijo NO, era un gran escarpe de roca vertical y debimos subir con cuerdas con la ayuda de Cuzuco y Allan que las portaban, ascendimos el pesado trayecto hasta la cima, desde las 8 am hasta las 7pm que nos demoró, eso solamente 15 km y un trayecto que aunque no se cumplió la meta fue enriquecedora.
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| Así fue todo el ascenso por la Muralla |
Cuarto Intento: Las Termales del Turrialba
Este es el más reciente, asciendo con mi bicicleta bien temprano y me decido bajar con ella al hombro, encuentro las mismas solfaratas pero me atrevo a meterme literalmente dentro de ellas. Luego sigo descendiendo hasta llegar a la finca Muralla. Busqué las termales gracias a un trabajador de la zona que me ayudó a localizarlas, son hermosas, con color rojo por el abundante óxido de hierro. ¡Vaya el frío era cruel! y el agua era demasiado caliente que quemaba al instante, expulsa vapor su temperatura ronda probablemente entre los 90 y 100°. Meter una mano entre un chorrillo de agua tibia y la corriente hirviente no me sirvió porque solo aceleró mi sensación del frío ventoso y con lluvia de 8°, así que subí con un tobillo lastimado (aún me duele) y decidí regresar a mi casa a eso de las 5pm.
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| termales |
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| Las Peñas |
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| Aguas termales |
Desde hace bastante tiempo tuve ya la intención de publicar sobre este hermoso lugar, pero aclaro antes de seguir El Toro Amarillo es un río localizado en las provincias de Cartago y Limón, fácilmente confundible con el Río Toro en la provincia de Alajuela que por alguna equivocación o similitud se le ha agregad el denominativo "Amarillo".
Mi primer descenso al Toro Amarillo lo realizo desde la cumbre del Irazú en dirección al pueblo de San Gerardo Norte, hablamos de las laderas norteñas del Irazú, desde donde se visualiza imponente el cerro Alto Grande. Seguí descendiendo y las fuertes erupciones del Irazú me acompañaron en el trayecto, el descenso es brutal, fueron 1400 metros de descenso en solo 10 km. Hay que desviarse ingresar a potreros y luego seguir con bicicleta al hombro los empolvados pasto de ceniza hasta dar con el Toro Amarillo, en realidad se tratan de dos brazos que forman este hermoso río sulfuroso, el Pilas y el Peñas. El color amarillo no es el único encanto sino también el gran cañón que forma, este hace un extraño eco, da una sensación de vulnerabilidad pues se hace evidente que el río se crece peligrosamente y fuertes lahares transportan rocas y ceniza haciendo hasta 10 veces en caudal normal que debería tener el río. Seguí un tanto y conoci a un amable ermitaño. Regresé por donde vine, imaginarán el ángulo de pendiente que tocó subir y un fuerte aguacero me provocó una leve hipotermia con temperaturas de 7°.
Este es el más reciente, asciendo con mi bicicleta bien temprano y me decido bajar con ella al hombro, encuentro las mismas solfaratas pero me atrevo a meterme literalmente dentro de ellas. Luego sigo descendiendo hasta llegar a la finca Muralla. Busqué las termales gracias a un trabajador de la zona que me ayudó a localizarlas, son hermosas, con color rojo por el abundante óxido de hierro. ¡Vaya el frío era cruel! y el agua era demasiado caliente que quemaba al instante, expulsa vapor su temperatura ronda probablemente entre los 90 y 100°. Meter una mano entre un chorrillo de agua tibia y la corriente hirviente no me sirvió porque solo aceleró mi sensación del frío ventoso y con lluvia de 8°, así que subí con un tobillo lastimado (aún me duele) y decidí regresar a mi casa a eso de las 5pm.
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