MOCHILEANDO POR SUDAMÉRICA

Lanzarse a una aventura no es un riesgo, tampoco es un gasto sino una inversión de vida, espero en este blog compartir algunos consejos de como viajar con algunas de la experiencias que he vivido. Uno de los mayores obstáculos para viajar no es el dinero en sí, en realidad está en nuestra mente y en las personas que nos rodean, el miedo se convierte en nuestro principal enemigo, la inseguridad o la incertidumbre de lo que pueda pasar, lo que vemos en la tv, nos hace pensar que terminaremos secuestrados en un país desconocido, que nos robaran y matarán. Bueno hay cuidados que siempre hay que tener, pero les doy los siguientes tips:

Antes de aventarse

·         Hacer caso omiso a esto ¡estás loco!, ¿No te da miedo? ¿Vas solo?

·         Evalúa los presupuestos basado en los precios de cada país no querrás una sorpresa, puedes investigar leyendo, al menos les recomendaré en los que he visitado

·         No te preocupés por los cambios de monedas, desde luego procura llevar tarjeta y efectivo en dólares o euros, cada país tiene sus propias costumbres y formas de realizar esos cambios de forma más beneficiosa

·         No te estresés tanto en el asunto de tomar autobuses, te aseguro que eso es mucho más flexible de lo que te imaginas

·         Has un presupuesto tomando en cuenta la alimentación y el trasporte que utilizarás, es mucho más barato si usas la aplicación de Couch Surfing para quedarte gratuitamente donde te reciban

Durante el viaje

·         Cociná, si vas modo ultraeconómico en muy pocos países te alcanzará para comer en la calle

·         Respeta la cultura de cada país

·          No intentes solo irte por lo más famoso y conocido, verás mucho en otros lugares que no son tan mencionados y no estarán tan abarrotados

·         No es bueno ser tan confiado, ni tan desconfiado. Lee y pregunta sobre la seguridad, pero no te quedés con una única versión, algunos locales exageran u otros simplemente la reducen es cuestión de percepción, si bien en casi todo lugar te podría pasar algo, algunos sitios, ciudades o países son de especial cuidado y más por la noche, no dejes que eso te imponga miedo

·         Si querés ahorrar hospedaje aprovechá viajes nocturnos, quizás no es lo más cómodo pero ahorrarás tiempo y dinero

A continuación, relato algunas experiencias por país, jamás es la intención ofender sino narrar lo vivido, si está en desacuerdo no dudes opinar

Lago Titicaca

Perú

Atardecer en Lima

Vaya país tan mítico, no cualquiera puede decir que está en la selva, luego en el desierto, un nevado y todo en un único país. Si te gusta la historia y te resulta interesante la cultura, no dudes ir a Perú. Los costos en Perú son bajos, ya sé Machu Pichu no tanto, ir a este afamado destino te costará un poco más en el bolsillo, pero vale la pena. La gente suele ser amable, algo curiosa por conocer al turista, Lima es una ciudad que para muchos no vale la pena, pero tengo que decir que a mí me agradó bastante, un clima agradable, un hermoso centro histórico y Miraflores no puede quedar fuera de tu itinerario. Saca tiempo por conocer otros lugares como Huaraz rodeado de la Cordillera Blanca y sus altísimos picos, Huacachina, ciudades como Cuzco y Arequipa.

Cuzco

La moneda es el sol, si nunca has estado en zonas altas prepárate o medícate para ello.  Los servicios de transporte son muy baratos, en mi país no hay cultura de regateo, el trasporte está regulado, pero en los países andinos no es así, por ello no te vayas siempre por el primer precio, intenta pagar lo justo. Pareciera que hay dos Perú, Lima y el resto, desafortunadamente la desigualdad en Perú es muy elevada y la riqueza del país se concentra en la capital, existe cierto rechazo entre los que viven y los que no viven en la Lima. Algunas ciudades podrían resultar no muy interesantes como Puno o Juliaca, por ejemplo, pero que una opinión no acondicione tu viaje. Por último, lleva pastillas contra mareos si utilizas autobuses estos dan muchas vueltas.

camino a Machu Pichu

Bolivia

La Paz al anochecer

Amé Bolivia, es un país fantástico pero tengo que admitir que quizás no lo sea para cualquiera. Es muy barato, el más barato que conozco, un almuerzo cuesta 12 bolivianos equivalente a solo 2 dólares, el hospedaje puede costar tan solo 25 bolivianos y ni que hablar del transporte público. Es un país muy distinto a cualquier otro que haya conocido, aquí los efectos de la globalización no ha penetrado tanto en la sociedad boliviana y en hora buena porque se conservan muchas de sus costumbres. En plena ciudad de La Paz aun las mujeres usan sus ropas típicas aunque es evidente que no así las más jóvenes. Cuando me refiero que quizás no es el destino más gustado por cualquiera, es porque es un destino mucho más cultural sino olvídate y piérdete en una playa de México o Cuba, para mi resultó una experiencia maravillosa. Quizá mi mayor curiosidad era su elevada geografía, el altiplano resulta fascinante, fue mi primera experiencia junto a la costa peruana de estar en un lugar tan árido, casi no hay árboles, y al igual que en la mayoría de países sudamericanos el ladrillo es lo que más se mira por doquier. La Paz es una ciudad muy hermosa, tómate el tiempo para conocerla, prueba esas deliciosas tucumanas o salteñas y qué buen café. Recorrí la ciudad de Potosí, Oruro, Cochabamba, Uyuni y Santa Cruz. 

Mineros en Potosí

Esta última es quizás algo distinta en su aspecto cultural, es más abierta al extranjero y al mundo, no se identifican tanto con sus raíces ancestrales alegando ser más mestizos o “blancos” pero indudablemente sus caras dicen otra verdad, lo que sí puedo decir es que los santacruceños son bastante cálidos y se relacionan bien con el turista, desafortunadamente no puedo decir el mismo de las otras regiones, no te extrañes si el trato es algo frío, o a veces eres como un fantasma en la ciudad. Ve al menos a un museo y aprende historia de Bolivia tiene mucho que dar. Desafortunadamente no conocí la Amazonía Boliviana o quizá una parte no estoy seguro si lo era, pero sé que será una gran experiencia. Tuve un trato muy agradable en la Paz por uno de mis “couch”, pese al comentario anterior, siempre encontrarás gente así de servicial y buena nota.

Potosí la ciudad más alta del mundo, el menos de ese tamaño

La Paz

Altiplano, lagunas

Chile

Antofagasta

En Chile hay que ir reconsiderando el modo de viaje que se mantenía en Perú y Bolivia, pues es un país más caro, el precio de un almuerzo rara vez baja de los 3500 pesos, por lo que se hace necesario cocinar y con mayor necesidad buscar hospedaje gratuito o incluso campar. Yo personalmente dividiría Chile en tres partes, el Norte desértico, el Centro y el Sur Patagónico. En el Norte encontrarás ciudades agradables a la orilla del Mar, pasar desde Bolivia por San pedro de Atacama es una excelente opción, el tour por el altiplano es fantástico, demora 3 días y puede costar alrededor de 600 o 700 bolivianos, al llegar a Chile disfruta de San Pedro la ciudad en medio del desierto es un oasis de gente joven o con espíritu joven de todo el mundo que desea desestresarse beber o simplemente darse un descanso. La gente en Chile muy amable y servicial y así los couch que me dieron de su hogar, algo quizá personalmente negativo es que la atención al cliente no fue la óptima pero que importa, si Chile lo posiciono como mi país favorito de Sudamérica, no tuve problema en descifrar el curioso acento Chileno, creo que le ponen más atención al mío y mi típico “R” parecida al inglés. Santiago es una ciudad muy agradable, buen ambiente nocturno y muy segura, decidí posteriormente continuar al Sur donde estuve dos tres recorriendo parajes de la región de Los Lagos y sus hermosos volcanes como el Osorno y Casablanca, parque Puyehue y campando en el lago de Todos Los Santos, totalmente recomendado. Quedé enamorado de este país y espero volver pronto.

Santiago desde el Sky Costanera

Irse de rumba en Santiago es una buena opción 

Volcán Osorno, Los Lagos

Lago de Todos Los Santos

Puntiagudo y Osorno

Argentina

Rio Negro

Lago Nahuel Huapi

Quisiera hablar más a fondo de esta gran nación, pero tengo que ser sincero recorrer Buenos Aires y Bariloche no significa realmente conocer Argentina. Cuanto hubiese querido conocer Mendoza, San miguel de Tucumán o Córdoba pero el tiempo no me daba para más así que invertí en Villa Angostura y San Carlos de Bariloche, paraísos realmente hermosos. Cuando llegué estaba confundido pues me habían hablado del “Blue” como moneda opcional y más beneficiosa, pero ya no se utilizaba la menos que yo supiera cuando visité ese país. Argentina es algo costoso, es claro que también ha sido afectado por una crisis económica por lo que aconsejo no repetir mi error de sacar pesos argentinos del país.  Bariloche fue encantador y tenía la intención de ir al extremo Sur pero es bueno aclarar que los vuelos o todo tipo de transporte es costoso y si lo hacía pidiendo aventón sería efectivo pero me llevaría demasiado tiempo. Vale decir que pedir aventón en Argentina es relativamente más fácil que en otros países, los autobuses son más costosos que cualquier otro país sudamericano por ello es importante usar el recurso de pedir aventón. Buenos Aires es una ciudad hermosa con buen ambiente, segura y divertida.

Esperando en media ciudad

Uruguay

Tampoco puedo hablar demasiado de este país por el poco tiempo que pasé, Montevideo es una ciudad muy tranquila, segura y agradable. Los uruguayos son personas muy amables y simpáticas. Montevideo no es una ciudad tan grande como las enormes capitales que había visitado pero tiene todo, puedes recorrerla en un día, Uruguay es un país que vale mucho por su factor humano que es su verdadero tesoro, geográficamente el país se hace algo monótono y llano por ello decidí ir directamente a la frontera con Brasil en el pueblo de Chuy.

Nunca vi un mercado tan ordenado

Brasil

Florinópolis

Hostal en Rio

El gigante de Sudamérica es un país increíble, demasiado grande para conocer y mi viaje se da por el Sur de esta gran nación, pasar la frontera tranquila entre Uruguay y Brasil es demasiado pacífico, demasiado en realidad. Quizás el Sur no es lo que la mayoría imaginamos de este país, su población es más parecida a la uruguaya o argentina claro con su portugués. El idioma no es una gran amenaza, aunque a veces entender es complicado, es un idioma muy cercano al español. Atravesé los estados sureños de Rio Grande do Sul,Santa Catarina y  Paraná, en la ciudad de Florianópolis, recibí una muy cálido recibimiento gracias a couchsurfing del que estoy muy agradecido con la familia que me hospedó. Las playas son hermosas, aunque el clima que me recibió no era el mejor. Al llegar a Sao Pablo, la mayor ciudad brasileña, el congestionamiento es una pesadilla. Ya me hacen advertencia de que allí la seguridad no es buena a diferencia de los estados que antes había recorrido, para empeorar los horarios de buses me dejaron varias veces de noche en las grandes estaciones de bus, provocando que poco me pudiera desplazar, a veces como topo por el metro. No recomiendo Sao Pablo más que de pasada, pero sí desde luego en el muy entretenido Río de Janeiro.

Río de Janeiro es una ciudad llamativa, gente de todo el mundo, el Brasil parece juntarse todo en esta ciudad, las personas más variadas y también muy amables. La ciudad también puede resultar insegura, pero que esto no intimide su viaje, la pasé muy bien en Rio sin ningún miedo, evitar caminar en las noches como algunas otras ciudades latinoamericanas es importante acatar. Llegar en la mañana me dio una impresión distinta pues se hace observar el elevado número de indigencia de la ciudad, pero tan solo una hora después todo parece cambiar y la ciudad renace. Tampoco hice todo lo que hubiera deseado, pero me encantó, el cristo quizás no es el gran monumento que se espera pero la vista, las hermosas playas y la ciudad es un lugar que vale la pena disfrutar.

Abandoné Brasil por Mato Grosso do Sul y sus grades llanuras de la Chaco para ingresar a Bolivia y regresar a Lima, viaje que me tomó cuatro días y de esta forma culminar esta gran aventura.

Rio más allá de lo que vemos en la tv

Paso la noche en una estación Rodoviaria con dos simpáticos indigentes